Mañana, 2 de Marzo, se celebraba el Primer Festival de Vesta en la antigua Roma.
Las sacerdotisas de la Diosa del Fuego purificador, retiraban las flores y plantas de su altar y se encendía un nuevo fuego.
Vesta, Hestia para los griegos, hija de Saturno y de Cibeles era la Diosa protectora del hogar y de los asuntos domésticos. Su templo estaba situado al sur de la Vía Sacra y es uno de los más antiguos de Roma, aunque su aspecto actual se debe a la restauración que llevó a cabo Julia Domna, esposa de Septimio Severo en el año 191 d. de C.
El templo era constantemente custodiado debido a los peligros que el fuego de Vesta suponía para su estructura según la climatología y otros factores.
Las vestales eran inviolables e ingresaban a los 16 años. Durante 10 años se desempeñaban como aprendices, luego cuidaban el fuego sagrado durante 10 años más y, posteriormente, pasaban otros 10, enseñando a las novicias. Durante esa etapa realizaban voto de castidad, que si no era cumplido, les llevaba a ser quemadas vivas. Sin embargo, la tradición, en ese punto, no es unánime ya que en otras leyendas se dice que las sacerdotisas eran hetero y homosexualmente activas.
Entre sus obligaciones constaba que debían limpiar el templo de Vesta los días 24 de marzo, 24 de mayo y 16 de junio de cada año.
Por ello, por celebrarse mañana el primer festival de Vesta, es un día muy propicio para realizar el siguiente ritual para el hogar.
Vamos a crear, muy sencillamente, una vela-amuleto para nuestra casa y nuestra familia.
Nos haremos con una vela cuadrada ya que nos identifica con la estructura para la cual hacemos el amuleto. El cuadrado simboliza las bases y los cimientos de nuestro hogar.
Intentaremos involucrar a todos los miembros de la familia, a ser posible. Elegiremos un aceite protector para untar la vela, como puede ser el laurel, el cedro o el romero. Añadiremos otros aromas como la rosa o la lavanda que contribuyen a la armonía y al amor.
Después, tod@s aquell@s que hayan participado de esta breve preparación deberán colocarse, cogidos de la mano, en el lugar que hayas colocado la vela (un lugar importante y honorífico). En ese instante diréis:
"Protégenos y tráenos la paz y, no dejes que el hechizo se acabe jamás. Cuando arde la vela, ¡nuestra magia vuela!".
Repetid el conjuro, una y otra vez, hasta que notéis que la energía de la habitación sea realmente positiva. Llegado ese momento, enciende la vela, deja que arda durante unos instante y apágala con los dedos o con un apagavelas.
Guárdala y vuelve a encenderla cada vez que haya un conflicto o problema familiar. Os protegerá y el ambiente será más relajado.
Feliz celebración !!!
***Bibliografía:
-"El gran libro de la Magia con Velas" de Patricia Telesco. Ediciones Obelisco.
-"Cada día es una fiesta" de Zsuzsanna e. Budapest. Ediciones Obelisco.
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