Si sospechamos que alguien nos hace mal de ojo, en primer lugar, no debemos darle importancia ni asustarnos porque, con ello reforzamos las malas vibraciones que nos han enviado. Nuestra fortaleza es superior a cualquier trabajo que nos puedan haber hecho, siempre y en cualquier lugar.
A veces, podemos sentirnos decaíd@s, malhumorados, irritables, nervios@s y observamos que éstos síntomas no desaparecen. Descartando cualquier depresión u estrés yendo al médico, si no encontramos causa alguna, puede ser que estemos luchando contra las malas ondas que otra u otras personas nos hayan enviado, o todavía nos envíen, por celos, envidia, crueldad, etc. Si suponemos que nuestros proyectos no caminan con fluidez, que estamos estancad@s y que no tenemos energía, bien puede ser que la mirada de alguien esté trabando nuestro camino.
En ese instante, realizaremos este ritual para cortar esa energía negativa y que el Universo, por sí mismo, sin intervenir nosotr@s, recordadlo !!!, y sin pensar en nadie en concreto, devuelva esas energías a quien nos las mandó por la Ley de Tres.
Utensilios que precisaremos:
- Un paño.
- Vinagre.
- Un cuchillo (consagrado).
- Siete dientes de ajo.
- Una cinta de color rojo de una longitud de veinte centímetros.
- Una bolsita pequeña de tela de color rojo (o semejante tono dentro de su gama).
Pasada la medianoche, limpiaremos una mesa con un paño empapado con vinagre. Posteriormente, una vez la hayamos secado, colocaremos siete dientes de ajo sobre ella, formando una hilera y rodeándolos con un círculo de sal gruesa y pimienta negra molida.
Tomaremos un cuchillo que habremos consagrado (en el Blog "El libro de las Sombras" hay un post sobre cómo hacerlo ---> http://petitgrimoire.blogspot.com/search/label/Utensilios) y, sin mover los dientes de ajo de la mesa, los cortaremos en mitades.
Hecho esto, guardaremos la sal y la pimienta, las catorce mitades de dientes de ajo y un trozo de cinta roja de unos veinte cms. de largo, en una bolsita tela roja.
Para finalizar, la colgaremos de la parte posterior de nuestro dormitorio o, si el trabajo está afectando a toda la familia, detrás de la puerta prinicipal.
Los cortes mágicos se realizan desde el principio de los tiempos aunque en la Edad Media se hicieron muy populares. Los rituales de corte se aplican a problemas que se eternizan y a los cuales no encontramos una solución ni una salida, por más que lo intentemos.
Se pueden aplicar a diversos temas como los conflictos con la pareja, los maltratos, la violencia verbal, el desamor, las penas de origen económico, la mala salud, la poca suerte, las energías negativas que nos atan, etc.
Espero que no lo tengáis que usar jamás pero, por si acaso, guardaros la receta.
Que la Diosa nos ilumine el camino !!!
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