Los rituales lunares deben llevarse a cabo en horas nocturnas, a ser posible más allá de medianoche. Las ceremonias deben hacerse en aquel lugar tranquilo donde no nos distraeremos y nadie podrá perturbar el ritual. En la habitación que escojamos, pondremos un paño blanco (si no lo tenemos, intentaremos hacernos con uno de color claro o tono pastel). Allí colocaremos una copa con agua fresca y cristalina y los utensilios para la ceremonia.
El ritual que paso a explicarlos a continuación sirve para invocar al ángel protector de la familia. Este ángel puede estar representado por un santo al que tengáis devoción, si tenéis un background cristiano, o una diosa/dios pagano al que soláis invocar. Tenéis absoluta libertad para elegir pero hacedlo cuidadosamente puesto que debéis mantener un lazo con este ángel.
Reuniremos en el altar los siguientes elementos: la figura del protector, un incienso de hierbas (las que más os gusten o las que la intuición os indique), una varita de madera y una vela de color verde claro.
Pondremos la vela en su soporte y decoraremos la zona alrededor de la figura del guardián que hemos elegido con piñas, pequeñas estatuas o figuritas de animales del bosque (ciervos, lobos, osos, etc.), un poco de hiedra, malva o alguna planta similar. La malva es muy recomendable, sobre todo fresca, pero no es absolutamente necesaria. A veces, sino podemos obtener los utensilios adecuados, deberemos usar substitutos artificiales, lo cual no quiere decir que el ritual no vaya a funcionar. Debemos habituarnos a crear una mágia cotidiana y usar la imaginación para diseñar los ritos, de acuerdo con lo que tenemos cerca y podemos emplear.
Procederemos a limpiar el símbolo del guardián hasta estar seguros que no tiene ninguna mancha ni motas de polvo.
Este ritual es una fiesta y por tanto, seremos libres de incluir comida y bebida como parte de la ceremonia.
Encenderemos el incienso y la vela y delante del altar y diremos:
Espíritus guardianes, os invito a uniros a mí en este altar.
Vosotros sois mis amigos y quiero daros las gracias.
Tomaremos el incienso en nuestras manos y haremos un círculo alrededor del guardián, en sentido de las agujas del reloj, tres veces.
Os agradezco que mantengáis la atmósfera limpia y agradable en este hogar.
Cogeremos la vela y la moveremos tres veces alrededor de la figura del guardián, también en sentido de las agujas del reloj.
Os agradezco la luz que me enviáis para purificar y disipar la oscuridad.
Con la mano con la que escribes, cogerás la varita de madera y harás tres círculos alrededor del símbolo guardián ( en el sentido de las agujas del reloj).
Os pido que me sigáis brindando protección a mí,a mi familia, a mis mascotas y a mi propiedad. Os pido que echéis muy lejos a quienes traen problemas, a los ladrones y a cualquier otro que físicamente o no, se incline para servir a los propósitos destructivos del Mal. Os agradezco vuestra amistad y amor.
Nos pondremos de pie, si no lo estábamos, y con los brazos en alto y las palmas de las manos hacia arriba, diremos:
Amadas Diosas, Señor del Bosque, os presento al guardián de esta casa, el especial espíritu que he invitado a mi hogar. Rindo honor a este guardián en este símbolo que representa su existencia. Bendecid a este guardián. Y a vuestras bendiciones añado mi agradecimiento por vuestra protección y su amistad.
En el caso de que tengas más de un guardián en el que confiés, dirás la oración en plural. Estaremos un momento meditado en silencio y acariciaremos el símbolo elegido, nuestro guardián. Mentalmente, nos repetiremos que confiamos en nuestro guardián y en su poder de protección. Estrecharemos nuestro lazo con él o ella.
Con la comida que hemos aportado, invitaremos a nuestro guardián o guardianes a celebrar el ritual. Hablaremos con ellos de manera sensible, mentalmente. Es posible que tengamos la sensación de compañía, de calor cercano o de una suave brisa. No son imaginaciones sino la presencia de nuestro guardián.
Dejaremos la comida toda la noche y, a la mañana siguiente, recogeremos el altar y colocaremos el símbolo de nuestro guardián en nuestro lugar preferido. Os sugiero que lo coloquéis allí dónde se reúne la familia, en el salón o el comedor.
A partir de ese momento, tu casa está protegida y tu guardián será tu aliado fiel. No olvides colocar algunas flores o quemar incienso que te agrade a los pies de la figura, de vez en cuando. Procura que las personas ajenas a la casa no la manoseen.
Si, en alguna ocasión, la figurita se rompe, de alguna manera espontánea (sin que la toquen), significa que te ha protegido de algún mal o accidente. Si deseas reponerla, debes repetir el ritual. Si tu guardián se te presenta en sueños, estáte atent@ a sus palabras ya que está advirtiéndote de algún peligro.
En caso de que, pasado un tiempo, quieras cambiar de guardián, puedes hacerlo siempre y cuando le des las gracias al guardián que ha trabajado para preservar tu hogar, de una manera respetuosa y hagas un ritual para liberarlo de su responsabilidad.
Os recomiendo este ritual para guardar vuestras familias y casas porque es realmente hermoso y está lleno de Magia. La salud, la prosperidad y la armonía convivirán en vuestros hogares y los conflictos serán pequeños y fáciles de superar.
Aprovechad el instante y que vuestro Camino sea realmente hermoso !
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