Estrenando el libro de Zsuzsanna E. Budapest, "Cada día es una fiesta" de Editorial Obelisco (os lo recomiendo encarecidamente), la autora nos explica que en este día se rinde culto a Hestia/Vesta, la Diosa de las Llamas.
La rueda toca a su fin y vuelve a rodar. Hestia es la diosa griega del hogar, del fuego que arde en los casas y que los hace habitables y les da vida.
Hija mayor de Kronos y Rea, fue la primera en ser devorada por su padre al nacer y la última en ser expulsada de su interior cuando Zeus forzó al viejo Titán a liberar a sus hijos. Debido a ello, es al mismo tiempo la mayor y la menor de las hermanas.
Los escitas (ocupaban las zonas norte y noreste del Mar Negro) la denominaban Tabiti.
Fue muy amada por Poseidón y Apolo pero decidió guardar su virginidad, jurándolo sobre la cabeza de Zeus. Debido a este gesto, Zeus le otorgó el lugar más importante en los hogares y el de recibir culto en los templos de todos los dioses.
Recordemos que en la primitiva Grecia, el hogar, aparte de servir para las necesidades cotidianas (como hacer el pan o la preparación de la comida), era el altar en el que se hacían sacrificios dedicados a las divinidades domésticas. Constituía un lugar sagrado. Normalmente, estaba situado en el centro de la casa y en el techo se realizaba un agujero para que pudiese escapar el humo. Cuando este hogar se convirtió en una divinidad, es decir, en Hestia, el altar se convirtió en la casa de esta diosa y tenía su trono en medio de ella, por lo cual su importancia era fundamental para las familias. Se solían acabar todas las oraciones y ofrendas, invocando su nombre. De ella dependía la felicidad conyugal y la armonía de la familia.
El humo de los fuegos de los sacrificios unían el cielo y la tierra y, en consecuencia, Hestia representaba la Tierra misma, como astro y como manantial de vida, y el fuego de la Madre Tierra. Por tanto, el trono de esta diosa era el lugar central del Cosmos.
No se conocen demasiadas leyendas sobre ella porque su lugar en el mundo era estable pero inmóvil y, por tanto, no salía apenas del Olimpo. Con el tiempo pasó a ser más bien la Idea de hogar, una abstracción.
El fuego que Hestia protege es considerado por los hombres como símbolo de fuerza y vitalidad. Temían que el fuego se apagase y por ello la diosa decidió consagrar su tiempo, su cuerpo y su alma (alejada de las pasiones) a mantener su llama.
En su templo, siempre situado en el centro de las ciudades, al aire libre, se recibían a los representantes extranjeros (embajadores y/o invitados), siendo lugar también de asilo.
Cuando los emigrantes partían hacia otras tierras, encendían un antorcha con el fuego del altar de esta diosa, y se portaba hasta el nuevo altar que se fundaba en la colonia como símbolo de unión con la metrópolis. Si el fuego se apagaba se requería encenderlo ritualmente mediante fricción o con cristales calentados al sol.
Posteriormente, se ha confundido, a menudo, su culto con el de otras diosas como Gaia, Deméter, Cibeles, Perséfone y Artemisa.
«Hestia, guardiana de la sagrada morada del soberano Apolo, el que asaetea en la muy sagrada Pito, que de tus bucles interminable gotea húmedo aceite, entra en esta casa, entra trayendo un único ánimo junto con el prudente Zeus, y concédele tu gracia a mi canto.»
[Himno Homérico a Hestia, 24]
Los romanos la llamaron Vesta. Disponía de tres vestales, a las cuales se preparaba desde los seis años de edad, que se mantenían puras y castas, para ayudarla en ese sagrado cometido durante treinta años, después de los cuales podían contraer matrimonio.
Catón recomendaba que el hogar siempre se mantuviera limpio y ordenado y, que cada noche, se diera una vuelta por él antes de acostarse y se entregase a la diosa una corona de flores tres veces al mes. Esas tres veces eran las calendas, durante las nonas y en los idus. Sus templos tenían forma circular y sabemos que su culto fue mantenido hasta finales del siglo IV d. de C.
Sus fiestas anuales estaban dedicadas a renovar el compromiso con la diosa y pedirle protección en el hogar. Sin embargo, siempre se le invoca como canal familiar, madre cariñosa y dadora de paz.
¿Cómo puedes celebrar el fin del año?
Enciende la chimenea y si no tienes, un pequeño fuego al aire libre. Si no pudieses tampoco, ya que much@s vivimos en la ciudad, puedes usar velas para iluminar este momento del invierno y alejarte de la oscuridad para encontrar el camino hacia la Luz. Da gracias por haber completado la Rueda del Año y porque el Sol renace lentamente. Renueva tus esperanzas, alégrate por el futuro que viene.
Reina de lo cielos, Diosa del
Universo,
Tú que abriste paso entre el
terrible caos
Y craste la vida por la ley del
amor
Y del caos nos trajiste la armonía
Y desde el caos nos has guíado
dándonos la mano.
Mujer de las mujeres, Diosa que
no conoce igual,
Tú que decretas el destino de las
personas,
La mayor regente del mundo,
Soberana de los cielos,
Diosa incluso de los que habitan
en el Cielo,
¡Escucha nuestra plegaria!
("Ishtar").
Os deseo, de todo corazón, un 2007 muy hermoso, lleno de buenos momentos, mucha salud, alegría, sabiduría, esperanza y amor!
Muchos besos !!!
***Bibliografía:
-"Mitología Universal" (tomo I) de Juan B. Bergua. Clásicos Bergua.
-"Cada día es una fiesta" de Zsuzsanna E. Budapest. Ed. Obelisco.
-Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Portada
-Diccionario de Mitología Clásica (Griega y Romana): http://www.alandalus-siglo21.org/mitog/griega.htm?/mitog/mith6.htm
-Els Déus principals de la Mitologia Grega: http://members.tripod.com/~tonycornella/deus.html
-Greek Mythology Link: http://www.maicar.com/GML/index.html